lunes, 28 de noviembre de 2011

Placer


Las encontré en mi dormitorio, en mi cama. Las dos desnudas, abrazadas, sudando de placer.
Me quedé en la puerta con la boca abierta, sin palabras. Hasta que los ojos húmedos de Clara me llamaron en silencio como tantas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario